Un Breve Recorrido Por La Censura Al Corrido Mexicano. Parte 1
El corrido está bajo ataque.
Juan Carlos Ramírez-Pimienta
San Diego State University
ramjua@gmail.com juan.ramirez@sdsu.edu
El corrido está bajo ataque. Cada día nos levantamos con nuevas noticias de grupos y solistas multados por cantar corridos y otros más a quienes les habrían cancelado o negado la renovación de sus visas para trabajar en Estados Unidos. Si bien la intensidad de esta campaña binacional es inédita, el fenómeno no es nuevo. En México hay una larga tradición de censura musical y ciertamente de censura corridística. Posiblemente la más conocida de las prohibiciones musicales históricas se remonta la época de la Colonia, al jarabe gatuno o pan de Jarabe, que también así se le conocía. A inicios del siglo XIX este ritmo fue prohibido por ser supuestamente una música lasciva, hipersexualizada.
En relación al corrido, Armando de María Campos en el primer tomo de su libro La revolución mexicana a través de los corridos habla de una prohibición en la Ciudad de México a finales de los años 50. Él escribía en el contexto de la muerte de Eduardo Guerrero el famoso impresor de hojas sueltas, y también de la “muerte” o al menos el cierre de ese tipo de negocios, como el de Guerrero, imprentas de hojas sueltas, hojas volantes, con noticias y corridos. Decía textualmente de María y Campos: “La organización de las ciudades le tuerce el cuello al cisne de las tradiciones. Una disposición municipal prohíbe que se canten corridos en plazas públicas. Los troveros tienen que emigrar buscando mejores climas y munícipes menos exigentes.” (p. 55)
En cuanto a la censura a corridos con temática de narcotráfico y narcotraficantes, el sociólogo Luis Astorga documentó el fenómeno en Sinaloa en los años 80, diciendo que los primeros esfuerzos por censurar la difusión de los corridos de traficantes se dieron en ese estado en 1987, durante el gobierno de Francisco Labastida Ochoa. Astorga agregaba que dicha prohibición era muy rara, pues a pesar de que supuestamente los corridos no se podían tocar en la radio, en la televisión anunciaban un lote de autos usados utilizando “La camioneta gris” de Los Tigres del Norte.
Unos pocos años más tarde, en 1989, se da otro caso, aparentemente sobre un narcocorrido, pero que en realidad era un corrido sobre el asesinato de un influyente periodista en Tijuana. El tema formaba parte de la producción de Los Tigres del Norte titulada Corridos prohibidos, que se componía en buena medida de corridos de traficantes. Había uno dedicado a Pablo Acosta “El Zorro de Ojinaga”, y otros sin un protagonista específico, reconocible, como “La mafia muere”, un corrido que nació, según me contó el compositor Pepe Cabrera, de una visita que le hicieron a finales de los años 70 algunas mujeres de la sierras sinaloense que se quejaban de los abusos de la operación Cóndor.
A pesar del título de la producción, los corridos prohibidos no fueron prohibidos, salvo uno, precisamente el del periodista. Lo de Corridos prohibidos fue tan solo una estrategia de mercadotecnia. Así me lo confesó Enrique Franco, quien fungiera por muchos años como compositor de cabecera y productor de Los Tigres del Norte. Director artístico era el título que se utilizaba en esos años. El único corrido del disco verdaderamente prohibido fue “El Gato Félix” un corrido de su propia autoría de Franco. Agregó que el veto no había sido por orden directa de algún agente del gobierno, sino de un poderoso empresario local, tijuanense, implicado directamente en el asesinato del influyente periodista Héctor Félix Miranda, apodado precisamente el Gato Félix.
Todo esto en cuanto a censura, por otra parte, la autocensura ya pertenecía al universo del fenómeno de lo que después se identificará como narcocorrido; Jorge Hernández de Los Tigres del Norte en varias ocasiones ha declarado que cuando cantaba “La Banda el carro rojo” en los años 70 y 80 bajaba la voz al pronunciar la palabra “cocaína”. De igual modo, el popular cantante Francisco Charro Avitia a contentillas le agregaba un par de estrofas criticas al corrido del Pablote, dedicado al chihuahuense Pablo González “El rey de la morfina”. Aquí aclaro que este corrido no es el corrido que he postulado como primer corrido dedicado a un narcotraficante. Este corrido del Pablote que grabó Avitia (de hecho, él pronuncia Paulote) es un corrido posterior, dedicado al mismo personaje, a Pablo González, pero escrito por Merced Durán unas dos décadas después de la muerte de González, ocurrida a finales de 1930. A este nuevo corrido del Pablote El Charro Avitia le agregaba un par de estrofas cuando lo interpretaba en vivo en programas de televisa en los años 80 del siglo pasado. En uno de los cuartetos que añadía al final se aseguraba de criticar al narcotráfico y de mandar un mensaje que lo alejara del panegírico.
El Charro Avitia se autocensuraba en programas como el de Siempre en domingo de Raúl Velasco o En vivo de Ricardo Rocha, programas de Televisa, empresa que se promovía esos años como la televisora de las familias mexicanas. Todo esto en tiempos del llamado Tigre Azcárraga, padre del actual presidente de Televisa. El corrido en esta nueva versión televisiva autocensurada terminaba así:
Por ser envenenadores
la muerte de ellos no puede,
porque ellos son los causantes
de tanta gente que muere.
Aquí está el corrido como fue grabado:
Y aquí esta como lo cantaba el Charro Avitia en televisión abierta: