Homicida del Alcalde Manzo: El Vínculo entre Morena y el CJNG
El asesino del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, sería una pieza clave para revelar la impunidad en la que opera la narcopolítica michoacana.
MORELIA, Michoacán.— El asesino del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, sería una pieza clave para revelar la impunidad en la que opera la narcopolítica michoacana un clan familiar con nexos entre Morena y el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El homicida abatido por la escolta de Manzo, fue identificado como Osvaldo Gutiérrez Vázquez, conocido como El Cuate. De acuerdo con un reporte de la SEDENA del 9 de septiembre del 2012, El Cuate sería originario de Apatzingán, Michoacán, una región que es el bastión de las operaciones criminales del clan Álvarez Ayala.
La conexión con la estructura criminal se establece a través de un intermediario. Los reportes indican que El Cuate sería familiar de un sujeto apodado El Prángana. El Prángana, a su vez, está identificado como un supuesto operador de un par de hermanos que trabajan para el CJNG: Ramón Álvarez Ayala (R1) y Rafael Álvarez Ayala (R2).
Esta cadena de mando sitúa el homicidio de Carlos Manzo dentro de la región de mayor influencia de una de las redes criminales más institucionalizadas de Tierra Caliente.
Los Hermanos: El Alto Mando del CJNG
Ramón Álvarez Ayala (R1) y Rafael Álvarez Ayala (R2) son figuras clave en la cúpula del CJNG y tienen una relación consanguínea inmediata con el político Roldán Álvarez Ayala.
Ramón Álvarez Ayala, el R1, fue detenido por el Ejército Mexicano y señalado como presunto integrante del CJNG. En 2012, fue reportado como el segundo hombre en importancia en la estructura del Cártel Jalisco Nueva Generación. Mientras que Rafael Álvarez Ayala, el R2, fue detenido junto con Ramón e identificado como lugarteniente del grupo criminal y responsable de dirigir células y proveer vehículos. Documentos militares detallan que recibe órdenes directas de “El Mencho” y colabora con R1 para el envío de droga sintética a Estados Unidos.
El tercer pilar de este clan es Roldán Álvarez Ayala, avalado en 2018 como candidato a diputado federal por el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el distrito de Apatzingán. Previamente, fue exalcalde de Apatzingán y exdiputado federal, construyendo su carrera inicialmente en el PRD.
Su postulación por el partido dominante en 2018 reactivó inmediatamente los señalamientos en su contra, los cuales se mantienen vigentes. Actualmente, Roldán Álvarez Ayala está señalado como prófugo de la justicia por cargos de corrupción administrativa en el caso CEA
donde se le imputa el desvío de más de 14 millones de pesos durante su gestión como director de la Comisión Estatal de Aguas entre el 2008 y el 2012.
Además, posee una orden de aprehensión vigente por el delito de extorsión, relacionado con un evento ocurrido en Apatzingán en 2014.
Reportes periodísticos lo han vinculado explícitamente al CJNG, transformando su perfil de político corrupto a presunto “operador institucional” de la estructura criminal transnacional.
El delito de extorsión, por el cual Roldán es buscado, es el denominador común que enlaza al político con sus hermanos criminales, ya que es la misma especialidad por la cual otros familiares consanguíneos inmediatos, como Pedro Antonio Álvarez Ayala y Roldán Álvarez López, fueron capturados en la misma región.
Mientras el ala criminal del R1 y el R2 utiliza el músculo logístico y territorial del CJNG en Jalisco, el ala política, operada por Roldán, facilita el secuestro criminal de la región de origen del clan: Tierra Caliente. Su capacidad de ser un exfuncionario acusado de desvío, un exalcalde vinculado al CJNG, y aun así ser postulado por Morena, demuestra que el clan ha logrado institucionalizar su poder apoyado por la impunidad y el desamparo del gobierno federal a la región.
La familia Álvarez Ayala opera como un “escudo consanguíneo”, donde el éxito político y la influencia institucional de Roldán blindan las operaciones de sus hermanos, y donde la víctima final es todo aquel que se oponga a su poder criminal, incluso por encima de un alcalde con la visibilidad de Carlos Manzo.



