La SEMAR y el USS Gravely: entre la secrecía y la estrategia ambigua de seguridad
El atraco del USS Gravely constituye la primera vez en el marco posterior a la designación de terroristas que un activo militar estadounidense despliega de forma visible y en puerto mexicano.
Por *Ghaleb Krame.
La llegada del destructor USS Gravely (DDG-107) al puerto de Veracruz el 25 de abril de 2025, y su permanencia hasta el 28 de abril, fue presentada oficialmente por la Secretaría de Marina (SEMAR) como una escala logística de reabastecimiento de combustible y víveres. Sin embargo, un análisis técnico riguroso de las capacidades del buque y de los procedimientos operativos aplicables demuestra que esta explicación no se sostiene.
El USS Gravely, perteneciente a la clase Arleigh Burke, dispone de una autonomía de aproximadamente 4,400 millas náuticas a velocidad de crucero de 20 nudos. La distancia entre su base en Norfolk, Virginia, y el puerto de Veracruz es de aproximadamente 1,800 millas náuticas, es decir, menos de la mitad de su alcance operativo. Bajo estos parámetros, el buque no solo podía completar su travesía sin necesidad de reabastecerse, sino que habría conservado una amplia reserva de combustible para prolongar operaciones en el Golfo de México o retornar a puerto seguro.
Los procedimientos estándar de reabastecimiento de combustible en alta mar (Replenishment at Sea, RAS) requieren entre 45 y 90 minutos, mientras que la reposición de víveres mediante helicópteros (VERTREP) toma entre dos y cuatro horas. Incluso sumando inspecciones, protocolos de seguridad y maniobras de puerto, el proceso completo habría podido resolverse en menos de seis horas. La estancia de más de 72 horas del USS Gravely en Veracruz, en consecuencia, no encuentra justificación adecuada en necesidades logísticas.
Resulta aún más significativo que, en su tránsito hacia el Golfo de México, el USS Gravely habría podido abastecerse en puertos más cercanos y tradicionales para unidades estadounidenses, como Mayport en Florida, la base naval de Guantánamo Bay en Cuba, o instalaciones en Puerto Rico. La elección de Veracruz, sumada al tiempo prolongado de permanencia, sugiere un objetivo que trasciende lo meramente operativo.
Un elemento adicional que refuerza esta lectura es la decisión del USS Gravely de mantener desactivado su sistema de identificación automática (AIS) durante buena parte de su despliegue en el Golfo. Esta práctica, común en unidades de combate en áreas sensibles, tiene como finalidad dificultar su geolocalización precisa, especialmente ante el riesgo emergente de drones modificados por organizaciones criminales. Aunque no existía una amenaza detectada de manera inmediata, la adopción de protocolos de protección refleja la valoración de un entorno operativo con riesgos no despreciables.
El USS Gravely no es un buque ordinario. Está equipado con misiles Tomahawk de ataque terrestre, sistemas de defensa antiaérea SM-2 y SM-6, armamento antisubmarino, helicópteros MH-60R Seahawk, y el sistema Aegis Combat System, lo que lo convierte en una plataforma capaz de operar en ambientes de alta complejidad multiamenaza. Su sola presencia frente a costas mexicanas, en el contexto actual, constituye un acto de disuasión estratégica de gran peso simbólico.
Desde enero de 2025, la administración Trump 47 procedió a la designación de los principales cárteles mexicanos como Foreign Terrorist Organizations (FTOs). Este cambio redefine los parámetros de actuación de las fuerzas estadounidenses y eleva las organizaciones criminales mexicanas al mismo estatus que amenazas terroristas tradicionales. Bajo este nuevo marco, la presencia del USS Gravely no puede interpretarse como un simple gesto de cortesía naval.
Si bien no existe evidencia pública que confirme la realización de operaciones tácticas o de inteligencia desde el buque durante su estancia, resulta razonable suponer que, como ha ocurrido en otras misiones bilaterales, se haya aprovechado la oportunidad para intercambiar información sobre rutas de tráfico ilícito, protocolos de interdicción marítima y mecanismos de interoperabilidad entre fuerzas mexicanas y estadounidenses.
La narrativa oficial de la SEMAR, que insiste en una interpretación exclusivamente logística, debe entenderse como parte de una estrategia diplomática orientada a preservar la percepción pública de soberanía, evitar tensiones políticas internas y proteger eventuales acuerdos operativos. La gestión cuidadosa de los términos públicos forma parte intrínseca de las relaciones de seguridad en contextos políticamente delicados.
A diferencia de operaciones de inteligencia aérea, que tradicionalmente se limitaban a vuelos de vigilancia sobre espacio internacional, el atraco del USS Gravely constituye la primera vez en el marco posterior a la designación FTO que un activo militar estadounidense despliega de forma visible y en puerto mexicano. Esta acción, aun enmarcada formalmente en la cooperación bilateral, introduce un matiz nuevo en la dinámica regional.
La soberanía, en la actualidad, no solo se mide en términos de control territorial, sino también en la capacidad de un Estado para definir sin presiones externas sus estrategias de seguridad. La presencia del USS Gravely en Veracruz, aunque discreta en su gestión, señala un proceso de convergencia estratégica en la región que plantea interrogantes sobre los límites de autonomía en materia de seguridad nacional.
Sin caer en alarmismos, el episodio invita a una reflexión necesaria: la cooperación internacional es indispensable ante amenazas globales, pero debe administrarse con transparencia, proporcionalidad y plena conciencia de sus implicaciones políticas. De lo contrario, corre el riesgo de diluir, por la vía de los hechos consumados, principios que hasta ahora han constituido los pilares de la política exterior mexicana.
La escala del USS Gravely en Veracruz no fue un incidente aislado. Fue, silenciosamente, el anuncio de una nueva fase en la relación bilateral, donde la seguridad compartida reconfigura de manera gradual los equilibrios históricos.
*El autor es Socio Director de Krame y Raether y académico.