90 Días Decisivos: Escenarios y Riesgos de la Intervención de EE.UU. contra los Cárteles Mexicanos
La intervención de EE.UU. contra los cárteles mexicanos, en el horizonte de 90 días evaluado, se perfila principalmente como una combinación de operaciones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento
Por Ghaleb Krame
La filtración publicada por The New York Times el 8 de agosto de 2025, revelando una directiva secreta del presidente Donald Trump que autoriza al Pentágono a emplear fuerza militar contra cárteles mexicanos designados como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO), provocó una avalancha de reacciones públicas. La mayoría provino de opinólogos, medios y algunos analistas que, sin aplicar un rigor metodológico, recurrieron a comparaciones históricas y narrativas alarmistas, muchas veces carentes de sustento técnico o datos verificables.
En contraste, este Reporte Krame adopta un enfoque técnico y sustentado en evidencia, alineado con principios científicos, para examinar cómo podría configurarse la intervención de EE.UU. contra los cárteles mexicanos. A través de una metodología estructurada, se modelan escenarios probables, se evalúan riesgos y se derivan conclusiones sólidas, evitando la especulación y priorizando hechos comprobables hasta el 12 de agosto de 2025, 12:55 PM CST.
El horizonte de análisis se establece en 90 días por ser el periodo en el que se concentran las mayores probabilidades de materialización de cambios operativos tras la emisión de la directiva, en función de precedentes históricos y del ritmo observado en despliegues recientes. Este marco temporal también permite medir la evolución de escenarios ya en ejecución —como las operaciones ISR y navales— que, aunque forman parte del status quo, podrían intensificarse o transformarse de manera significativa, generando impactos operativos y diplomáticos que justifican su inclusión en el modelo.
Metodología
El análisis se desarrolla con una metodología rigurosa diseñada para minimizar sesgos, priorizar datos verificables y estructurar un modelado objetivo de escenarios. El proceso se compone de cinco fases:
Recolección de Datos
Fuentes: Reportes de medios confiables (The New York Times, Washington Post), publicaciones en X con referencias verificables, comunicados del Pentágono, declaraciones oficiales del gobierno mexicano (Secretaría de Relaciones Exteriores, presidenta Claudia Sheinbaum) y marcos legales (Ley de Autorización de Defensa Nacional, Títulos 10 y 50 del Código de EE.UU., artículo 76 de la Constitución mexicana).
Alcance Temporal: Información recabada hasta el 12 de agosto de 2025, 12:55 PM CST, cubriendo eventos desde el 20 de enero de 2025.
Tipos de Datos: Cronología de acciones militares (p. ej., 330 vuelos de vigilancia, despliegue de destructores USS Gravely y USS Spruance, 200+ vehículos Stryker, 10,000+ tropas), estadísticas (reducción del 86% en cruces ilegales) y reacciones analíticas.
Filtrado y Verificación
Criterios de Inclusión: Información confirmada por múltiples fuentes, datos cuantitativos específicos y análisis con rigor técnico.
Criterios de Exclusión: Narrativas especulativas (“invasión inminente”), publicaciones en X sin referencias y opiniones con sesgo político manifiesto.
Verificación Cruzada: Contraste sistemático entre fuentes (por ejemplo, reportes del Pentágono con declaraciones oficiales mexicanas) para asegurar precisión.
Categorización
Eventos Militares: Vigilancia aérea (drones MQ-9 Reaper, RC-135 Rivet Joint), operaciones navales (destructores), despliegues terrestres (Strykers, tropas) y cooperación bilateral (entrenamientos en Campeche, 10,000 efectivos mexicanos).
Reacciones: Sensacionalistas (especulativas), moderadas (contextuales) y técnicas/científicas (basadas en datos).
Marcos Legales/Diplomáticos: Designación de cárteles como FTO, restricciones legales mexicanas y acuerdos bilaterales.
Modelado de Escenarios
Identificación de cinco escenarios: ISR/vigilancia aérea, operaciones navales, ataques selectivos con drones, operaciones encubiertas de fuerzas especiales e intervención terrestre directa.
Evaluación de probabilidad según restricciones legales, capacidades operativas, precedentes y cooperación bilateral.
Análisis costo-beneficio (ventajas, limitaciones, riesgos) de cada escenario.
Evaluación de Riesgos
Riesgos operativos (respuesta asimétrica de cárteles), diplomáticos (ruptura de relaciones) y estratégicos (fragmentación de cárteles, desplazamiento de rutas).
Mitigación mediante inteligencia compartida y sanciones financieras.
Escenarios Probables de Intervención
Con base en la cronología de eventos (20 de enero al 9 de agosto de 2025) y el análisis metodológico, se presentan los escenarios probables para la intervención de EE.UU. contra los cárteles mexicanos, ordenados por viabilidad y clasificados como de continuidad o escalada.
Operaciones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR) con Drones y Aviones Espía
Probabilidad: 80–90% (Alta)
Descripción: Intensificación de los 330 vuelos de vigilancia reportados hasta agosto de 2025, utilizando drones MQ-9 Reaper y aviones Boeing RC-135 Rivet Joint para monitorear rutas de narcotráfico, laboratorios de fentanilo y movimientos de líderes de cárteles en regiones clave como Sinaloa, Michoacán y Tamaulipas. Cobertura estimada del 70–80% de las rutas de fentanilo identificadas.
Configuración Operativa: Lanzamiento desde bases estadounidenses (Fort Bliss, Texas) o portaaviones en aguas internacionales, con intercambio de inteligencia con México bajo acuerdos bilaterales. Incluye recolección de señales (SIGINT) y geointeligencia (GEOINT).
Ventajas:
Respeta la soberanía mexicana al operar desde territorio o aguas de EE.UU.
Alta efectividad, contribuyendo a la reducción del 86% en cruces ilegales en sectores como Del Río y decomisos récord de fentanilo.
Bajo perfil político, minimizando tensiones diplomáticas.
Limitaciones:
Requiere autorización mexicana para sobrevuelos en su espacio aéreo, actualmente restringida.
Riesgo de represalias asimétricas (15–20% aumento estimado en violencia), como ataques a infraestructura.
Evidencia: Sobrevuelos confirmados el 3 y 19 de febrero de 2025, con 330 vuelos totales reportados.
Indicadores de Continuidad: Cooperación mexicana en inteligencia y éxito operativo consolidan este escenario como el más probable.
Clasificación: Escenario de Continuidad. Aunque ya está en curso, su seguimiento es relevante porque la directiva presidencial podría ampliar su alcance geográfico, aumentar la frecuencia de misiones o introducir cambios en las reglas de compromiso, modificando así su impacto y perfil de riesgo.
2. Operaciones Navales en Aguas Internacionales
Probabilidad: 70–85% (Alta)
Descripción: Patrullajes marítimos con destructores clase Arleigh Burke, como el USS Gravely y USS Spruance, en el Golfo de México y el Pacífico, enfocados en interdictar cargamentos de fentanilo y precursores químicos provenientes de Asia.
Configuración Operativa: Destructores equipados con sistemas de vigilancia avanzados y destacamentos de la Guardia Costera para operaciones legales, operando desde aguas internacionales. Coordinación ocasional con la Armada de México.
Ventajas:
Evita violaciones directas de la soberanía mexicana.
Complementa la vigilancia aérea, con decomisos relevantes registrados en 2025.
Refuerza presencia disuasoria sin requerir autorización mexicana.
Limitaciones:
Impacto limitado sobre operaciones terrestres de cárteles.
Riesgo de percepción de provocación, como ocurrió con el atraque del USS Gravely en Veracruz el 25 de abril de 2025.
Evidencia: Despliegues confirmados el 18 y 21 de marzo de 2025, con patrullajes activos hasta abril.
Indicadores de Continuidad: Capacidad operativa sostenida y ausencia de restricciones legales para operar en aguas internacionales.
Clasificación: Escenario de Continuidad. Si bien ya está en ejecución, su evolución merece análisis porque un cambio en la frecuencia de patrullajes, la introducción de nuevas plataformas o la extensión de operaciones a zonas sensibles podría modificar su perfil disuasorio y las reacciones diplomáticas.
3. Ataques Selectivos con Drones
Probabilidad: 40–60% (Media)
Descripción: Uso de drones armados MQ-9 Reaper para ataques quirúrgicos contra líderes de cárteles o infraestructura clave, como laboratorios de fentanilo, en zonas rurales para minimizar daños colaterales.
Configuración Operativa: Lanzamiento desde bases en EE.UU. o portaaviones, utilizando misiles Hellfire o bombas guiadas por láser. Requiere inteligencia precisa para identificar objetivos de alto valor.
Ventajas:
Alta precisión, reduciendo bajas civiles frente a operaciones terrestres.
Efectividad demostrada en contextos antiterroristas (p.ej., Al Qaeda).
Limitaciones:
Violación de derecho internacional si se ejecuta sin consentimiento mexicano, contraviniendo la Ley de Poderes de Guerra de EE.UU.
Riesgo de fragmentación de cárteles, con aumento de violencia estimado del 15–20%, similar a lo ocurrido tras la captura de “El Chapo” Guzmán.
Considerado por México como “línea roja” diplomática.
Evidencia: Sobrevuelos de drones el 19 de febrero de 2025 sugieren preparación para este escenario.
Indicadores de Viabilidad: Depende de autorización mexicana o justificación de amenaza inminente, lo que limita su probabilidad.
Clasificación: Escenario de Escalada. Representa un cambio sustancial respecto al statu quo, al pasar de operaciones ISR pasivas a acciones letales unilaterales. Su inclusión en la directiva implicaría una ampliación significativa de las reglas de enfrentamiento y un aumento notable del riesgo diplomático y operativo.
4. Operaciones Encubiertas de Fuerzas Especiales
Probabilidad: 30–50% (Media)
Descripción: Despliegue de unidades de élite (Boinas Verdes, Navy SEALs) para capturas o eliminaciones selectivas de líderes de cárteles, con apoyo de inteligencia de la CIA y posible coordinación con fuerzas mexicanas.
Configuración Operativa: Equipos pequeños (4–12 efectivos) infiltrados desde la frontera o por inserción aérea, operando en zonas como Culiacán o Tierra Caliente.
Ventajas:
Bajo perfil, reduciendo visibilidad mediática en comparación con operaciones abiertas.
Alta eficacia probada en capturas de alto valor, como la de Ismael “El Mayo” Zambada en 2024.
Limitaciones:
Alto riesgo operativo por el armamento y tácticas de los cárteles (RPGs, drones armados).
Rechazo oficial de México a la presencia de tropas extranjeras.
Evidencia: Entrenamiento de Boinas Verdes a marinos mexicanos en Campeche (17 de febrero–30 de marzo de 2025) podría indicar preparación para este tipo de operaciones.
Indicadores de Viabilidad: Depende de cooperación encubierta con autoridades mexicanas para evitar una crisis diplomática.
Clasificación: Escenario de Escalada. No forma parte de la dinámica actual y su implementación supondría cruzar un umbral de intervención directa en territorio mexicano, incrementando riesgos de enfrentamiento armado y tensiones bilaterales.
5. Intervención Terrestre Directa
Probabilidad: 5–15% (Baja)
Descripción: Incursiones masivas de tropas regulares (10,000+ efectivos desplegados en la frontera, con vehículos Stryker, tanques M1 Abrams y helicópteros de apoyo Black Hawk y Chinook) en territorio mexicano para combatir cárteles.
Configuración Operativa: Brigadas de combate desde Fort Bliss o la Área de Defensa Nacional en El Paso, con objetivos de control territorial y destrucción de infraestructura criminal.
Ventajas:
Capacidad abrumadora para neutralizar fuerzas de cárteles en combates directos.
Potencial disuasorio a largo plazo mediante presencia militar sostenida.
Limitaciones:
Violación del artículo 76 de la Constitución mexicana y del derecho internacional.
Alto riesgo de bajas civiles y escalada violenta, con tácticas de guerrilla por parte de los cárteles.
Rechazo explícito del gobierno mexicano.
Evidencia: Despliegue de 200+ Strykers y más de 10,000 tropas en la frontera (marzo–mayo de 2025), sin incursiones confirmadas.
Indicadores de Viabilidad: Muy baja, por restricciones legales y coste diplomático.
Clasificación: Escenario de Escalada Disruptiva. Implicaría una ruptura total con el marco de cooperación vigente, alterando radicalmente la relación bilateral y reconfigurando la dinámica de seguridad en la región.
El gráfico a continuación ubica cada escenario según riesgo diplomático (eje X) y riesgo operativo (eje Y). El tamaño y color de cada burbuja reflejan su probabilidad estimada: burbujas más grandes y cálidas = más probables. Se observa que ISR y Operaciones Navales combinan alta probabilidad con severidad moderada, por lo que concentran el riesgo acumulado por frecuencia. En cambio, Ataques con Drones y SOF son menos probables, pero su severidad es mayor, lo que implica alto costo si ocurren (gatillos diplomáticos y estratégicos). Intervención Terrestre queda en probabilidad mínima pero severidad máxima: crítica si se activa, aunque poco factible en el horizonte de 90 días.
ConclusionesEl análisis desarrollado en este Reporte Krame no se limita a listar opciones de intervención, sino que aporta un marco diferenciado que separa tres categorías clave: lo que ya ocurre, lo que puede cambiar y lo que sería disruptivo.
1. Lo que ya ocurre: Escenarios de continuidad como las operaciones ISR y los patrullajes navales constituyen el núcleo actual de la estrategia estadounidense. Aunque no representan un cambio cualitativo, su seguimiento es esencial para detectar señales de intensificación, reorientación geográfica o reducción, factores que pueden alterar su efectividad y el equilibrio bilateral.
2. Lo que puede cambiar: Escenarios de escalada controlada, como los ataques selectivos con drones o el despliegue encubierto de fuerzas especiales, conllevan umbrales diplomáticos y legales que, si se cruzan, modificarían el grado de implicación y el riesgo político-operativo.
3. Lo que sería disruptivo: Una intervención terrestre directa, aunque de baja probabilidad, alteraría de manera fundamental la relación bilateral, el equilibrio de poder y la dinámica criminal, generando un nuevo marco estratégico difícilmente reversible.
Este enfoque categorizado permite no solo anticipar el curso probable de los próximos 90 días, sino también establecer alertas tempranas sobre movimientos que indiquen un tránsito entre categorías. De este modo, el modelo no solo diagnostica el presente, sino que ofrece una herramienta prospectiva para la toma de decisiones informadas.
La intervención de EE.UU. contra los cárteles mexicanos, en el horizonte de 90 días evaluado, se perfila principalmente como una combinación de operaciones de Inteligencia, Vigilancia y Reconocimiento (ISR) mediante drones y aeronaves especializadas, junto con patrullajes navales en aguas internacionales y, en menor medida, ataques selectivos con drones. Esta configuración responde a su alta viabilidad operativa, capacidad disuasoria y menor riesgo diplomático en comparación con operaciones terrestres o incursiones encubiertas de alto perfil.
En el extremo opuesto, una intervención terrestre directa resulta altamente improbable, dada la incompatibilidad legal con la Constitución mexicana y el rechazo explícito de la presidenta Claudia Sheinbaum a la presencia de tropas extranjeras en territorio nacional. La evidencia de campo (≥50 vuelos ISR documentados, despliegues navales constantes, 10,000 tropas estadounidenses en la frontera) sustenta la jerarquía de probabilidades establecida en el modelo.
Si bien estas medidas han contribuido a reducir cruces ilegales hasta en un 86% y a incrementar decomisos de fentanilo en zonas clave, persisten riesgos relevantes:
Escalada violenta estimada en +15–20%, derivada de la presión sobre las estructuras criminales.
Ruptura de la cooperación bilateral, especialmente si se cruzan líneas rojas diplomáticas (drones cinéticos o SOF sin consentimiento).
Desplazamiento geográfico de las rutas de narcotráfico hacia otras regiones, con potencial de expandir la problemática.
La Matriz de Riesgos confirma que los escenarios más probables (ISR/Naval) concentran riesgos acumulados por su frecuencia, mientras que los de menor probabilidad (Drones/SOF) concentran riesgos críticos por su impacto potencial.
Recomendaciones Estratégicas
Priorizar la inteligencia compartida: Ampliar el intercambio de SIGINT y GEOINT para ISR y operaciones navales, asegurando trazabilidad y minimizando fricciones diplomáticas.
Mitigación preventiva para escenarios críticos: Establecer protocolos diplomáticos y de comunicación para gestionar incidentes derivados de ataques con drones o SOF, incluso si su probabilidad es baja, dada su alta severidad.
Refuerzo de sanciones financieras: Dirigir acciones contra redes de lavado de dinero y proveedores de precursores químicos, complementando la presión operativa con estrangulamiento financiero.
Atacar causas estructurales: Abordar de forma simultánea la demanda interna de drogas y el flujo de armas hacia México, reduciendo incentivos para la diversificación criminal.
Monitoreo de indicadores clave (ΔP): Implementar un sistema de alerta temprana para detectar cambios que puedan alterar rápidamente las probabilidades de escenarios críticos, como autorizaciones tácitas, incidentes masivos o giros legislativos.
Recalibración periódica del modelo: Revisar la ponderación de escenarios quincenalmente para incorporar nueva evidencia operativa y diplomática, manteniendo la vigencia analítica del reporte.
NOTA: Este Reporte Krame, sustentado en una metodología técnica y datos verificables, ofrece un marco claro para comprender y anticipar la configuración de la intervención estadounidense contra cárteles mexicanos, diferenciándose de las narrativas especulativas que han dominado el debate público. La combinación de análisis probabilístico, evaluación de riesgos y recomendaciones estratégicas busca dotar a tomadores de decisión y analistas de una herramienta operativa y prospectiva que permita no solo reaccionar, sino anticiparse a la dinámica de escalada en el entorno bilateral de seguridad.